La Ola” es una película inspirada en los sucesos que
tuvieron lugar en una escuela secundaria de California en el año 1967. En aquel
momento, el profesor de historia William Ron Jones tuvo que interrumpir el
proyecto con el que pretendía demostrar a sus alumnos que aún era posible el
retorno de un sistema totalitario.
La trama de esta película gira alrededor del profesor Rainer
Wenger, a quien le es asignado dirigir un proyecto educativo en torno a la
autocracia. El profesor Wenger articuló una serie de clases en las que presentó
los elementos que intentan dar sustento a esta metodología política: espíritu
de grupo, sentimiento de comunidad, ideales comunes, disciplina y ayuda mutua.
En apenas unos días el experimento cobró vida propia y alumnos de toda la escuela
se unieron a él. Lo que comenzó con una serie de ideas inocuas, se fue
convirtiendo en un movimiento real.
Los jóvenes se entusiasmaron, se pusieron un nombre,
mejoraron en autoestima e iniciativa, superaron sus diferencias sociales, se
implicaron en el diseño de un símbolo gráfico, adoptaron un uniforme común y un
saludo propio. Las críticas de varias alumnas al experimento -cuestionado
también por otros profesores y por grupos anarquistas- llevaron la situación
mucho más allá de lo que nadie había imaginado.
El estilo de conducción de la clase por parte del profesor
sufre un cambio drástico: se vuelve directivo, asigna tareas y da órdenes,
elogia y critica en forma arbitraria, tiene previsto un plan a desarrollar,
pero no explica las razones que motivan sus decisiones. Las directivas son
dadas de modo que los alumnos no puedan tener una visión total sobre la tarea a
realizar. El profesor, que hasta el momento representaba la autoridad institucional, claramente se convierte en
líder.
La estructura de comunicación también se modifica:
desaparecen los diálogos de los alumnos entre sí, las bromas y las risas. Las
órdenes pasan a ser acatadas y nadie se opone. Los jóvenes de La Ola se han
vuelto totalitarios (el que disiente debe callarse o será eliminado) y
comienzan a generar nuevas pautas de comportamiento que les permiten reconocer
quién pertenece al grupo y quién no.
El profesor se sorprende por la ciega obediencia de los
alumnos a sus órdenes y un tanto preocupado, decide ponerle fin a la experiencia
no sin antes agudizar al máximo la situación convocando a todos a una amplia
reunión multitudinaria. Para esta ocasión todos se han vestido con sus
uniformes y esperan ver su deseo realizado, es decir, el surgimiento de un
movimiento a escala nacional que pueda cambiar la historia y enorgullecer a
Alemania. Y es de este punto en que todos los miembros de La Ola se sentirán
desilusionados. El profesor les hace ver que este movimiento es similar a lo
que ocurre en una dictadura y que su líder mundial no es otro que Adolf Hitler.
Esta película ilustra y da cuenta de múltiples fenómenos
grupales, además de los mencionados, comprende otras cuestiones:
La posibilidad de ese
retorno se debe a la constitución propia de cada sujeto. La primera cuestión
que se nos plantea al ver la película es acerca de cómo reaccionaría cada uno
en la misma situación. O sea, el potencial propio de cada sujeto de entrar en
la Ola.
La Ola no sería tan grande si entendemos que somos nosotros
los que portamos y soportamos su estructura, produciéndola como tal.
La película nos permite denunciar la forma de operar de los
sistemas totalitarios y de manipulación de masas que anulan la posibilidad de
discernir. También nos permite reflexionar acerca de la facilidad con que
podemos quedar involucrados en ellos sin darnos cuenta.
Lo que nos lleva a plantearnos, cuanta autoridad somos
capaces de otorgarle a una figura (en este caso el profesor) y si somos
realmente libres y con capacidad de decisión, o nos dejamos influir por el
entorno y los líderes.
Comentarios
Publicar un comentario